sábado, 4 de septiembre de 2010

El porqué

Quizás el temor de quedarnos sólos. El miedo de terminar siendo sólo tu y yo. De aislarnos y consumirnos, agotándonos. Quizás el mero paso del tiempo, el final inevitable; el fin de una buena historia que se cierra. O quizás solo un corte de pelo, una mala respuesta. Un regalo que no fue, un beso frío; varios. Un llamado que se hizo esperar, una caricia que debió ser. Quizás sólo un silencio abrumador y pesado, prolongado; interminable. Un mal día, una tarde desafortunada; quizás sólo un error, un estúpido y maldito error, una apresurada desición equivocada. No lo sé. Verdaderamente no lo sé. Ni me importa.

1 comentario:

pau dijo...

Sencillo pero contundente.
Piano piano...