lunes, 28 de septiembre de 2009

Momentitos

Él vuelve a servir y la espuma rebalsa. Otra ronda más y van unas cuantas ya. Sonríen, comentan, a veces se gritan y bromean. La noche es cada vez más espesa y las miradas se nublan. Los pensamientos en algunos casos se atrofian y en otros se agitan y agigantan. Los movimientos, torpes, se ralentizan y a veces se confunden. Las luces surgen borrosas y algo más distantes, dentro de una oscuridad que los envuelve y de una música de orquesta que los transporta a quien sabe dónde. Más allá una señora de edad baila sin ritmo pero con una gracia que enloquece medio salón. Pura sensualidad y movimiento. Más cerca, en la mesa, otra señora juega y se divierte con los muchachos y muestra gentilmente sus enormes atributos. Las miradas a esta hora se cruzan sin discreción, con fantasía y coraje. En la barra algunos ya cabecean, y se suman nuevas sillas.

De repente alguien me recuerda desde el rincón de la mesa, me pregunta, qué es la vida sino estos momentos. Y me quedo pensando. Qué es la vida sino esto. Los miro nuevamente. Levanto la jarra y bebo. La noche se apaga.

1 comentario:

locucho dijo...

Fah, ya son varias veces que en presencia de los bepis, o por lo menos en noches con la vista nublada, pienso exactamente eso: "qué es la vida sino esos momentos"...

lindo, muy lindo, muy expresivo