A propósito de mi singular propósito tengo sensaciones extrañas. A veces siento que no me cuidan. Como que a nadie le importo. Si bien a veces me rozan con las manos suavemente, no lo hacen con cariño, si no con un frío interés que me conmueve. Pareciera como que me tienen miedo, como que creen que soy capaz de herir, de hacer daño, pero eso no es verdad, o no enteramente, ya que esa no es mi intención. Incluso recibo halagos -pocas veces-, pero hay algo que todavía no entiendo, y que parece que nunca entenderé. Es así como todo parece encaminado en un principio, como si al fin encontrase el cariño y el cuidado que necesito, pero después, en un acto de suma indiferencia, despego, y apatía, me revolean por el aire, una vez, dos veces, tres veces, y así... Cuatro, cinco... No se conforman con un tiro, si no que cada vez intentan lanzarme más lejos.
1 comentario:
'peses' me aflojaste la ortografié Darito.
Truchas con linterna, se-sa-be.
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