sábado, 7 de noviembre de 2009

Gol

La duda me sobreviene. Es sólo un instante. Tomo la pelota. ¿Decido patear o espero? La cabeza gacha, el arco en frente. La certeza, o quizás el presentimiento, no lo sé, de que un defensor se acerca desesperadamente a cerrar me invade casi inconscientemente. Una idea, una intención se aparece en mi mente, y la desición de llevarla a cabo es repentina: un movimiento tosco de piernas se sucede. El defensa milagrosamente ha pasado de largo. No hay habilidad sino simple frialdad. Ahora el arco vuelve a aparecer y las opciones se achican y aclaman todas al unísono una sóla palabra, un mismo objetivo: red. El arquero se vuelve mera figura, su remera amarilla resalta entre los tres palos; se acerca. Una última mirada a la pelota y la desición ya está tomada; el tiro, inevitable, ya es inminente. La cadera casi que se desubica, y la pierna realiza el largo y algo grosero movimiento e impacta con cara interna la sagrada pelota. El remate es cruzado, con dirección al lado del poste derecho del guarda metas. Pero ahora sí, un imprevisto se sucede. La bola, con fuerza, empieza a levantarse. Son sólo segundos. Las miradas, atónitas, expectantes, de jugadores y espectadores se concentran en un sólo recorrido. Mi figura se recompone, levanto la cabeza y casi de reojo miro el destino ya sentenciado del balón, esperando el final. El esférico toma altura y el ruido de su impacto con la red es estruendoso, seco. El arquero alcanza sólo a observar, impotente. Salgo despedido a un costado, cierro el puño y grito "Gol!". Luego hasta se suceden algunos abrazos y algunos besos, cariños del fútbol. El equipo vuelve a su campo y todo esto lo pienso y medito, todo hasta que el árbitro pita y la pelota vuelve a rodar. El partido se ha abierto y ahora las cosas están 1 a 0.

3 comentarios:

locucho dijo...

Ah, creo que mi ausencia trajo buena suerte.

pez dijo...

goool.
golazo, jaja. amague rustico pero bien definida ;) y que asistencia, papa! jaa

fernandes dijo...

Modo de relatar demasiado elevado para el contenido del relato.

Para estos temas usá la lengua popular que es más adecuada (y es tan rica).

Yo critico porque es gratis y creo que ayuda.

¿No te ofendés, no?