¿Tendríamos los huevos para ofrecer el pecho a una bala injusta? ¿Seríamos capaces de no ceder, de no negociar, peligrando nuestra existencia en este mundo?
Aguante Correa, carajo.
"No habrá ni olvido ni perdón aquí".
jueves, 30 de septiembre de 2010
sábado, 4 de septiembre de 2010
El porqué
Quizás el temor de quedarnos sólos. El miedo de terminar siendo sólo tu y yo. De aislarnos y consumirnos, agotándonos. Quizás el mero paso del tiempo, el final inevitable; el fin de una buena historia que se cierra. O quizás solo un corte de pelo, una mala respuesta. Un regalo que no fue, un beso frío; varios. Un llamado que se hizo esperar, una caricia que debió ser. Quizás sólo un silencio abrumador y pesado, prolongado; interminable. Un mal día, una tarde desafortunada; quizás sólo un error, un estúpido y maldito error, una apresurada desición equivocada. No lo sé. Verdaderamente no lo sé. Ni me importa.
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