He decidido, después de cierto grado ínfimo de reflexión individual, revolucionar no sólo el mercado actual en cuanto a libros y textos de autoayuda y psicología se refiere, sino también hacer lo propio con el ambiente intelectual que anima toda esfera de la vida cotidiana.
Voy a hacer una publicación que se titulará "Los secretos de mi fracaso" y allí describiré y desarrollaré un sinnúmero de cualidades que me permitieron, en un corto período de tiempo, alcanzar un ostracismo el cual considero poco menos que irremediable. Entre ellas, se encuentran: una inseguridad excesiva, una torpeza exagerada, una sensibilidad desmesurada. Complementariamente, soy un ser demasiado introvertido, pensante en demasía, y para nada impulsivo. Estoy lleno de miedos, de censuras, de prohibiciones. No me gusta arriesgar y jamás opto por blanco o negro. Mi vida está llena de grises y mis desiciones son, además de escasas, superfluas. Por cierto, en la mayoría de los casos trato de evitarlas. Estas son solo algunas de las características más significativas de mi persona y solo algunos de los motivos que representan mi caída al vacío. A lo largo de la edición de este mi libro más preciado, que conforma gran parte de lo frustrante que es mi existencia, he intentado enumerar con gran precisión, y creo que así lo he logrado, las propiedades que detallan en gran medida mi incompetencia e incapacidad como ser viviente de este mundo, mis constantes limitaciones. Incluso actualmente escribo el segundo tomo, de unas aproximadas 500 páginas. Aún así, siento, con tristeza y desazón, que todavía hay mucho más por ahondar en mí...
Espero haberlo ayudado a usted, señor léctor, a descubrirse, y así, juntos, a descubrirnos, y advertir aquellas cualidades que nos han facilitado alcanzar el fracaso y la hostia en un tiempo particularmente breve.